Cómo es posible que no lo hubiese visto.
Que me dejara atrapar,
por tus viejos trucos, ya conocidos.
Por tus palabras de artificio
que explotaban hermosas en el aire,
y quedaban suspendidas en el suspiro,
hasta la siguiente función.
Para qué haber empezado
lo que nunca debió empezar.
Porque el tiempo destinado,
nunca serviría de nada,
donde todo es tan irreal como ilusionado,
tan virtual como la ausencia de realidad.
Al final creo que tan sólo
Dime, mi vida...
Hacia dónde vamos.
Hacia dónde nos dirigimos.
Si nuestros rumbos son distintos.
Si cada día me pregunto
para qué sentir este sinsentido
que siento,
tan hueco,
tan sordo,
tan absurdo.
Dime, mi vida, qué nos hacemos.
Y qué hacemos con esto que construiste,
tan etéreo,
tan vaporoso,
que a veces sospecho
que no tenga nada de verdad.
¿Qué espero?
¿A quién espero?
¿Qué esperas?
¿A quién esperas?
¿Para qué sirve dedicarnos tod
En un verano sin agua ni aire,
llegaste como un manantial.
Yo tomé todo por real,
sin ser advertida de la verdad.
Pero todo pasa.
Y el tiempo llega...
como los hechos,
mientras las palabras vuelan.
Como hoy volaste tú...
Hoy te vi caer desde mi altura.
Como el resto de las hojas del otoño.
Yo intuía que eras caduco...
por muchas promesas que me hicieras
de que no serías como los demás,
y de que te convertirías en el único perenne.
Hoy te v...